Un día en el techo de la bodega de la casa aparecio una pequeña iguana, se nos quedaba viendo y nosotros no le hacíamos caso, porque pensamos que si lo hacíamos creeria que estaba en peligro y huiría, pero resulto que casi todos los días aparecía, que fue común verla en el techo y ella ya no se asustaba cuando nos veía, y la consideramos nuestra mascota.
Con el paso del tiempo creció hasta tener el tamaño que tiene actualmente, y lo sorprendente es que como le empezamos a dar de comer, se acostumbro a ello, que un día que no se le dio, se bajo del techo y llego a rasgar la puerta de la casa para que le diéramos de comer, y eso que que nunca la hemos tocado y tratado de hablarle como se hace con las mascotas.
Su comida favorita es la papaya y el jitomate rojo, pero cuando no hay lo que le gusta, come cualquier verdura o fruta.
Eso si, le gusta la verdura fresca, por ejemplo cuando se le dejan las cascaras de papaya y ella no viene temprano a comer, el sol las seca, y si se las come, pero nada más las que estén mas frescas y jugosas, las que están seca no se las come.
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Buscando su comida favorita. Foto: Alberto Jiménez Ávila. |
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Probando su alimento para verificar si esta fresco. Foto: Alberto Jiménez Ávila. |
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Buscando algo más fresco. Foto: Alberto Jiménez Ávila. |
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Degustando el alimento. Foto: Alberto Jiménez Ávila. |
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Partiendo a su guarida después de comer, y como diciendo gracias. Foto: Alberto Jiménez Ávila. |